domingo, 19 de febrero de 2017

       Facultad de Ciencias de la Educación  y Desarrollo Humano
       Curso: Fundamentos de la Educación Superior
       Módulo N°3: Desafíos de la Educación Superior






En el actual siglo no serán más los recursos naturales ni la relación capital-trabajo los determinantes de la posición y del poder como piezas en el tablero de la competencia internacional, sino que esta será definida tan solo por aquellos que puedan contar con la tecnología como elemento de ventaja comparativa. Y la tecnología depende, por encima de todo, de la capacidad mental de los individuos, tanto para generar conocimientos como para utilizarlos.
Los modelos económicos basados en el uso intensivo de mano de obra barata y no calificada, sumado a la explotación depredadora de materias primas tienen sus días contados. Con la internacionalización del capital, la determinación de donde aplicarlo dependerá más del perfil educacional del pueblo que de eventuales limitaciones geográficas. Por consiguiente, cada vez más los países del Primer Mundo comienzan a preocuparse por sus sistemas educativos y a creer en la capacidad transformadora del hombre como mayor capital.
Una nueva visión de la educación superior constituye quizás el mas importante medio con que cuenta un país para promover su desarrollo y fortalecer su identidad nacional y autodeterminación, lo que se fundamenta en la contribución que esta puede hacer a la modernidad, plasmada en un proyecto de sociedad comprometido con el desarrollo humano sustentable.
Dice Tunnermann que "Un país no puede descuidar ni debilitar su educación superior pública sin correr el riesgo de debilitar su propia inteligencia nacional y sus posibilidades de mantener e incrementar sus contactos con la comunidad científica e intelectual del mundo ni disponer de las capacidades y conocimientos que necesita para hacerse cargo de modo independiente de su propio desarrollo".


Desafíos de la Educación Superior


El aumento de la población estudiantil en las últimas décadas ha estado esencialmente determinado por dos factores:
Democratización
1. Transformación del mercado del trabajo. Se ha estado restando importancia a empleos tradicionales y aunque los oficios hayan cambiado poco, los puestos se confían cada vez más a diplomados.
2. Diversificación de las estructuras institucionales, los programas y las forman de estudio: es una de las tendencias mejor recibidas y debería ser apoyada para garantizar la calidad de instituciones y programas, la equidad respecto al acceso y la preservación de la misión y función de la educación superior.
3. Restricciones financieras: en cuanto a esto, la UNESCO sostiene que la correlación entre inversión en educación y el nivel de un país está bien establecido, por lo que es preocupante la tendencia que se observa a una disminución de los aportes estatales. Al convocar la Conferencia Mundial sobre la Educación Superior en el siglo XXI la UNESCO incitó a los Estados y a la sociedad en general, a ver en esta no una carga para el presupuesto público sino una inversión nacional a largo plazo.
A esto se añade el hecho que es particularmente inquietante la distancia cada vez mayor entre países desarrollados y países en desarrollo en lo que respecta a las condiciones de la educación superior y la investigación. Veamos algunas estadísticas ilustrativas según datos de la UNESCO 3,1:
• En el período comprendido entre la década del 70 a inicios de los 90, el número de estudiantes matriculados en la educación superior pasó del 27% al 40% en los países desarrollados, mientras en los países en desarrollo pasó tan solo del 10% al 14%
• La razón de la matrícula en la educación superior es en los países desarrollados alrededor del 37% versus el 8% en los países en desarrollo.
• El personal científico-técnico representa 81 por mil en el norte versus 9 por mil en el Sur.
• La población del Sur representa el 80% de la mundial y sin embargo le corresponde solo el 4 % de los gastos internacionales en investigación y desarrollo a nivel mundial se lleva en unos pocos países industrializados.
Estos datos pueden resumirse en una idea expresada en una entrevista por experto francés J. Attali: "La universidad se torna masiva sin democratizarse" .
Desafíos
En el documento mencionado de la UNESCO 2 se dice que se impone lograr un "desarrollo humano sostenible" en el que el crecimiento económico esté al servicio del desarrollo social y garantice una sostenibilidad ambiental. Y en la búsqueda de soluciones a estos problemas, a la educación superior le corresponde buena parte.
Los desafíos de la educación superior son resumidos en cuatro aspectos por Marcos A R Díaz:
1. Asegurar una educación de calidad dentro de un sistema masificado.
2. Reforzar el contenido interdisciplinario y pluridisciplinario de los programas.
3. Mejorar los métodos y la técnica (incorporando los resultados de los procesos de la informática y la comunicación).
4. Reforzar la integración entre la investigación y la enseñanza principalmente en el campo científico.
Afirma este autor que "antes de preguntarse que tipo de universidad se busca alcanzar, hay que decidir sobre la naturaleza de la sociedad que se pretende construir".



"El desafío de la Universidad es por tanto, situarse en el contexto de la comunidad en la que esta insertada, colaborando con la creación de un pensamiento capaz de ayudar en la construcción de una sociedad más justa. Eso exige una revisión del comportamiento de la unidad universitaria, reforzando más que nunca su compromiso social".






Perspectiva de la Pertinencia y Calidad de la Educación Superior



En 1995 las universidades panameñas (públicas y privadas), a iniciativa del Rector de la Universidad de Panamá, establecieron el Consejo de Rectores de Panamá para: "Procurar en forma permanente, el mejoramiento de la calidad y pertinencia, equidad y modernización de la gestión de las instituciones de educación superior, para lograr una mejor eficiencia y eficacia administrativa".
Pertinencia y calidad son dos exigencias ineludibles de la Educación Superior contemporánea. La Conferencia Regional sobre Educación Superior (CRES-2008), celebrada el año pasado en Cartagena, Colombia, como preparatoria de la Conferencia Mundial, dejó claramente establecido que la obligación, tanto del sector público como del privado, es ofrecer una Educación Superior con calidad y pertinencia. Además, afirmó que “la calidad es un concepto inseparable de la equidad y la pertinencia”. A su vez, la reciente Segunda Conferencia Mundial (París, julio de 2009), en su Comunicado Final proclamó que “se deben perseguir, al mismo tiempo, metas de equidad, pertinencia y calidad”.



 Cuando se aborda el tema de la pertinencia o relevancia de la Educación Superior existe la tendencia a reducir su concepto a la respuesta que ésta debe dar a las demandas de la economía o del sector productivo. Sin duda, la Educación Superior debe atender tales demandas, pero su pertinencia trasciende esas demandas, por lo que debe analizarse desde una perspectiva más amplia que tome en cuenta los desafíos y requerimientos que le impone la sociedad en su conjunto.




Como puede verse, el concepto de pertinencia de la Educación Superior ha evolucionado hacia una concepción amplia de la misma y a su estrecha vinculación con la calidad, la equidad, la responsabilidad social, la diversidad, el diálogo intercultural y los contextos en que se desenvuelve. Junto con la calidad, la pertinencia debe considerar los compromisos públicos y los roles sociales que corresponden a las instituciones de Educación Superior. Y es que la Universidad es una institución cuyo referente es la sociedad y no únicamente el mercado.



Las Redes Académicas: Instrumento Clave de la Educación Superior Contemporánea


Las comunidades académicas se intercomunican instantáneamente a través de las redes cibernéticas. Las redes académicas y de cooperación científica representan un instrumento valioso para el enriquecimiento de la vida académica en nuestras universidades. Hoy día es muy difícil que un especialista pueda aislarse de la comunidad de investigadores que trabajan su misma disciplina. Por lo tanto, las universidades deben estimular y facilitar que sus docentes e investigadores se vinculen a las redes académicas.

Internacionalización de la Educación Media


Se prevé que hacia el año 2025 la demanda de educación internacional alcance los 7,2 millones de estudiantes: un salto cuantitativo desde los 1,2 millones del año 2000. Algunos, aunque sin duda no todos, se acogerán a la movilidad estudiantil. En consecuencia, el número de nuevos proveedores que ofrecen programas a los estudiantes en sus países de origen está creciendo a un ritmo sin precedentes. La movilidad a escala internacional ya no es solo cuestión de los estudiantes, los profesores y los investigadores, sino que se ofrecen programas académicos más allá de las fronteras nacionales y se crean campus filiales en países desarrollados y en desarrollo de todo el mundo.
Mientras que estos nuevos planteamientos pretenden incrementar el acceso a la educación superior y satisfacer el interés por obtener titulaciones y puestos de trabajo en el extranjero, surgen serios problemas relacionados con la calidad de la oferta académica, la integridad de los nuevos tipos de proveedores y el reconocimiento de titulaciones. 

Nuevos Modelos Educativos y Académicos

El modelo educativo es la concepción entre la Universidad y la sociedad, el saber, la cultura, el conocimiento y el aprendizaje. Entre sus fines principales está la de orientar la acción universitaria en lo que corresponde a sus funciones sustantivas y adjetivas en la materia educativa. 
El modelo académico es la expresión de las grandes orientaciones de la misión, visión y modelo educativo institucional y contiene dos aspectos básicos: el modelo curricular y la estructura organizacional. El modelo académico se concreta tanto en la organización curricular deseables para los distintos niveles, como en la organización académica requerida para el funcionamiento del mismo.


La Universidad del Futuro

Una universidad del siglo XXI, cercana a la sociedad de nuestro tiempo. Socialmente comprometida que responde y lidera las respuestas a los retos de futuro de nuestra sociedad global, digital y del conocimiento. Cualquier ejercicio con este enfoque, aunque sea poco probable o utópico, quizás sea más útil que extrapolar tendencias.
Atributos de la universidad del futuro
Vamos a soñar. Imaginemos que las universidades salen de su zona de confort.

Los siguientes serán algunos de los atributos deseables y utópicos de la universidad del futuro:

1. Formación universitaria adaptativa
Un joven universitario del siglo XXI bien formado deberá tener la capacidad de ser emprendedor, cambiar muchas veces de trabajo y/o empresa y reinventarse personalmente en actitudes y aptitudes




2. Educación abierta
la educación universitaria debe ser por casi definición abierta, innovadora, con gran cantidad de recursos digitales, online, con comunidades internacionales de docentes que trabajan con herramientas colaborativas


3. Hibridación
Un tema clave. Las ventajas competitivas de la formación universitaria estarán en muchas titulaciones “hibridadas”.  No sólo como resultado de “agregar” conocimientos disciplinadamente diversos, sino de integrarlos generando nuevos nichos y capacidades. 

4. Formación continua especializada
Oferta flexibles y ágiles de formación especializada adecuadas a las demandas de un mercado laboral muy cambiante y a través de metodologías de bajo coste online.

5. Formación internacional
Movilidad obligatoria de alumnos y profesores y estudios compartidos por universidades de distintos continentes: Asia, América… fomentando una formación global, multicultural, abierta y flexible.

6. Formación práctica
Las prácticas en empresas o instituciones deberían ser obligatorias y adecuadas 100% a la formación recibida. Su valor sería como mínimo equivalente al resto de la formación universitaria.

En fin, la universidad del futuro tendría como reto la reducción absoluta de los desajustes entre oferta y demanda laboral. Dispondrían de estadísticas en profundidad sobre el porcentaje de egresados universitarios que  acceden a un puesto de trabajo y que se adecua 100% a su formación. La oficialidad de los títulos quedaría reducida a funciones profesionales muy concretas. Las universidades serían diligentes y proactivas en la eliminación desajustes reales entre la formación y los empleos.










Algunos artículos sobre el futuro de las universidades

The future of Universities: The Digital Degree (The Economist)
The future of the University (Financial Times)
University of the future – EY – Australia – Ernst & Young
The university of 2020: predicting the future of higher education (The Guardian)
The future of universities in a knowledge economy (Reino Unido)
The End of the University as We Know It

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